Estimación del tiempo de fallecimiento a partir del análisis de la pulpa dentaria humana

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Determinar con precisión el intervalo postmortal (IPM) es todo un desafío en el campo forense. Saber cuánto tiempo ha transcurrido desde la muerte hasta el hallazgo del cuerpo es clave para investigaciones judiciales, pero los métodos actuales tienen muchas limitaciones.

Los procedimientos tradicionales se basan en observaciones físicas, análisis químicos o el estudio de los insectos. Si bien estas técnicas ofrecen resultados válidos para períodos postmortem breves, son poco efectivas cuando los cuerpos están muy descompuestos o esqueletizados. 

Para aportar una solución, el proyecto propone estudiar los microARNs (miARNs) presentes en la pulpa dentaria humana. Estas pequeñas moléculas son altamente estables y regulan la expresión genética, lo que las convierte en buenos indicadores del tiempo de muerte.

El análisis de miARNs en dientes extraídos de cadáveres puede ofrecer una herramienta más precisa y universal para estimar el IPM. 

La pulpa dentaria se encuentra protegida dentro del diente, lo que favorece la conservación del material genético en condiciones extremas. Esta estructura preservada permite obtener información molecular aún en estados avanzados de descomposición.

El procedimiento comienza con la obtención de piezas dentarias sanas de personas mayores de 18 años fallecidas por causas violentas o bajo sospecha criminal. Estas piezas son utilizadas como base para el análisis científico.

Posteriormente, las piezas se limpian cuidadosamente con microcepillos y agua destilada para remover los tejidos blandos. Luego se conservan a 4°C hasta extraer la pulpa dentaria, la cual se almacena en Trizol® a -80 °C para preservar los miARNs.

El ARN total se aísla mediante reactivos específicos y su calidad se evalúa con espectrofotometría. Esta etapa es fundamental para garantizar que los datos obtenidos sean fiables y útiles para el análisis forense.

A continuación, se estudia la expresión de un conjunto de miARNs previamente identificados como relevantes en tejidos postmortem. Se buscan patrones de expresión que puedan asociarse con distintos tiempos transcurridos desde la muerte.

Luego, los miARNs maduros se convierten en ADN copia (ADNc) mediante kits especializados. Este paso permite cuantificarlos con alta precisión mediante PCR en tiempo real.

Toda esta metodología permite generar datos moleculares sólidos para estimar el tiempo de muerte. 

Esta estrategia representa un cambio radical frente a las técnicas tradicionales de estimación postmortem. Además, los resultados obtenidos podrían ser integrados en plataformas digitales con inteligencia artificial. Esto permitiría automatizar el análisis y utilizar los datos en múltiples casos forenses, mejorando la eficiencia y precisión.

Equipo

Florencia Granton | Eugenia Pasqualini |
Mercedes Stroppa | Nidia Modesti.

Instituciones involucradas

Facultad de Ciencias Médicas
Instituto de Biología Celular (IBC) – FCM – UNC

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