Más de 2.200 millones de personas en el mundo tienen alguna deficiencia visual según la Organización Mundial de la Salud. En Argentina, el 4,9% de quienes cuentan con certificado de discapacidad presenta deficiencia visual. 

Para estos grupos, el bastón blanco es la herramienta más utilizada para moverse con independencia. Sin embargo, su funcionalidad se limita a detectar obstáculos a nivel del suelo, sin ofrecer soluciones para evitar colisiones con objetos elevados, como ramas o carteles. 

A pesar de esa falencia, los bastones convencionales han tenido escasa evolución. Ante esta realidad, el equipo innovador desarrolló un bastón inteligente que incorpora tecnologías orientadas a mejorar la autonomía y seguridad de las personas ciegas. 

El bastón cuenta con sensores ultrasónicos que emiten alertas mediante vibraciones al detectar obstáculos a la altura del torso y la cabeza. También incorpora un giroscopio que reconoce desviaciones en la trayectoria y permite corregirlas en tiempo real. Esto facilita una orientación precisa en espacios abiertos, sin necesidad de referencias físicas.

La fabricación del dispositivo se realiza mediante moldeo por inyección para la carcasa del mango y moldeo por transferencia para los botones de elastómero. Estas técnicas garantizan resistencia, durabilidad y comodidad.

Su diseño combina tecnología avanzada con materiales accesibles, lo que permite ofrecer un producto innovador, ergonómico y funcional a un costo competitivo. La propuesta resuelve dos problemas clave: evitar desviaciones involuntarias y detectar obstáculos elevados. 

Esta solución reduce significativamente el riesgo de accidentes y mejora la percepción del entorno. En esa línea, amplía las posibilidades de desplazamiento seguro y autónomo,al tiempo que promueve una mejora sustancial en la calidad de vida de las personas ciegas y su participación plena en la sociedad.