El “hongo del coco” (Phlebopus bruchii) es una especie endémica del Bosque Serrano de la provincia de Córdoba. Es la única especie silvestre comestible apreciada y comercializada por la población local. 

Actualmente se encuentra en “peligro crítico de extinción”, debido a la pérdida de más del 90% de su hábitat único durante los últimos 100 años. 

Entre los motivos de la drástica reducción de su ambiente coinciden el avance de la frontera agrícola y las urbanizaciones, los incendios intencionales y la forestación con árboles exóticos. A todo ello se suma la presión de la extracción, ya que es utilizado como insumo gourmet en la industria gastronómica. 

Al presente, no existe un plan de manejo o regulación al respecto. En ese marco, este proyecto busca desarrollar una unidad modelo de cultivo, replicable y escalable, para el “hongo del coco”. 

Permitirá la producción de hongos tanto para el consumo (frescos, secos y como productos de valor agregado), como para la generación de inóculos destinados a ser reintroducidos en el ecosistema. Esto no solo permitirá aliviar la presión de la extracción, sino que también fomentará el desarrollo de microemprendimientos locales, con un impacto en las economías regionales.

El proyecto es pionero en la conservación de un hongo nativo y endémico. Combina la investigación científica (para lograr los protocolos de cultivo de la especie) con el desarrollo económico regional y la conservación ambiental de una especie en  peligro.

Al presente, ya se cuenta con la información básica de campo: se modelaron los mapas de distribución, se recolectaron datos de distintas variables de su entorno (cobetura, estructura vegetal, características físico-químicas del suelo, entre otras) y se avanzó con los cultivos aislados. 

Los pasos siguientes son comprender las estrategias nutricionales y los requisitos de la especie a través de ensayos cualitativos del potencial enzimático. A partir de esa información se podrán desarrollar protocolos de producción en invernadero, transferible a la población local, para finalmente evaluar la reintroducción de la especie. 

La idea es que la unidad modelo de cultivo sea replicable y escalable, de bajo costo, pero que contemple diferentes situaciones de los lugares donde será instalada (estructuras, equipamiento y espacio disponibles), para que el proceso de producción pueda ser fácilmente dominado por cualquier persona que reciba una capacitación. 

La producción del hongo podrá ser realizada a lo largo de todo el año, en contraste con la recolección que solo puede efectuarse durante los meses de enero y febrero.