Desarrollo de bioplásticos ecológicos a partir de efluentes de tambo
Córdoba es la segunda provincia de Argentina con más vacas lecheras por tambo. Como resultado de la producción, la limpieza de las máquinas y por la propia excreción de estos animales, esta industria genera 40 millones de litros de efluentes por día.
Se trata de residuos ricos en nutrientes, lo cual favorece la multiplicación de bacterias patógenas y otros microorganismos. Por eso de ser vertidos sin el tratamiento adecuado, pueden causar graves problemas de contaminación ambiental.
El problema es que actualmente la mayoría de los tambos carece de una planificación eficiente sobre el destino final de esos desechos.
Para responder a la problemática, este proyecto busca desarrollar un proceso biotecnológico económico y sostenible que utilice los efluentes de tambo como materia prima y fuente de alimento (carbono) para microorganismos capaces de generar PHAs, más conocidos como bioplásticos ecológicos.
Los PHAs tienen varias ventajas: se degradan en el suelo o el agua en un tiempo predeterminado y no dejan residuos tóxicos. La intención es que, una vez purificados, estos bioplásticos puedan utilizarse como sustitutos de los plásticos sintéticos en diversas áreas.
Innovación y aplicaciones
La inserción de los PHAs en el mercado es aún limitada: las fuentes de carbono puro usadas en su producción, de origen petroquímico, son muy costosas y por ello no pueden competir con los plásticos tradicionales.
El proceso biotecnológico propuesto resuelve ese escollo, al utilizar una fuente de carbono económica: los efluentes de tambo. A eso se suma que posibilita obtener un polímero con propiedades similares a los plásticos sintéticos convencionales, completamente biodegradable y compostable en un corto período. Podría utilizarse en la fabricación de envases de alimentos, aditivos para biocombustibles y materiales para impresiones 3D, entre otras aplicaciones.
Como posibles adoptantes de esta iniciativa se encuentran los tambos ubicados en las principales cuencas lecheras argentinas (Córdoba y Santa Fe), así como las empresas argentinas que comercializan envases plásticos, ya sean bioplásticos o convencionales.
